La música analógica está viviendo un resurgimiento gracias a la autenticidad sonora y la calidez que solo los sintetizadores y las drum machines de la vieja escuela pueden ofrecer. En un mundo cada vez más digital, muchos músicos están buscando la textura única de los equipos analógicos, y con ello, están revitalizando sonidos del pasado mientras crean música contemporánea.
El sonido "caliente" del analógico
Los sintetizadores y las drum machines analógicas tienen una calidad sonora que muchos músicos sienten que no puede ser igualada por sus contrapartes digitales. Equipos como el Roland TR-808 y el Moog Minimoog son conocidos por sus graves profundos, su saturación cálida y su distorsión natural. Como bien dijo Tame Impala en una entrevista: «El sonido analógico tiene algo que el digital no puede replicar: hay una especie de vida que emana de esos equipos».
La imperfección como virtud
Parte del atractivo de los equipos analógicos es su «imperfección». El Roland TB-303, por ejemplo, es famoso por su peculiar sonido de bajo que cambia dependiendo de cómo se toca y las fluctuaciones de su circuito. Artistas como Flying Lotus y Daft Punk han elogiado el carácter impredecible de estos dispositivos. Brian Eno también ha comentado sobre cómo la imperfección de los equipos analógicos fomenta la creatividad: «El error es una parte vital de la creatividad. Los sintetizadores analógicos permiten que esas imperfecciones sean una parte integral del sonido».
La nostalgia y el valor estético
Además del sonido, los productores se sienten atraídos por el valor emocional y estético de los sintetizadores y drum machines clásicas. Para muchos músicos, estos equipos no solo son herramientas, sino símbolos de una era dorada de la música electrónica. El sintetizador Roland Juno-106 es un excelente ejemplo de esta conexión, no solo por su sonido, sino por la nostalgia que evoca. Kevin Parker, de Tame Impala, ha mencionado en entrevistas: «El Juno tiene algo especial, algo en su diseño y sonido que te transporta al pasado, pero al mismo tiempo, puedes hacer cosas completamente nuevas».
La sostenibilidad y la calidad
Otro factor importante en el renacimiento de lo analógico es la sostenibilidad. A medida que los músicos buscan alejarse de la obsolescencia programada de los productos digitales, los sintetizadores analógicos siguen siendo duraderos y fácilmente reparables. Esto se refleja en el mercado de segunda mano, donde modelos vintage como el Korg MS-20 siguen siendo altamente valorados.